sábado, 9 de octubre de 2010

La manipulación, la persuasión, el jodido lavado de cerebro.



Inevitablemente, los seres humanos a pesar de ser racionales y tener control sobre nuestros actos (generalmente hablando) casi todos somos manipulables y sin darnos cuenta, hay una serie de personas y organizaciones que con su forma de expresarse, con sus ideales y su personalidad arrolladora, nos hacen cambiar de opinión y ver las cosas de la manera que ellos desean que tu las veas.

Creemos siempre que nadie es capaz de cambiarnos de opinión, que nuestros pensamientos e ideas son intocables, pero eso queda lejos de la realidad; porque la televisión, la política, la publicidad, la educación, la religión, nos van inculcando ideas, cercos culturales, prejuicios y más prejuicios que nos hacen ser un rebaño. Estamos llenos de ideas que nos han introducido de forma indirecta en nuestra mente, pero nunca realmente actuamos por nuestro propio criterio porque desde que nacemos nos lavan el cerebro y va in crescendo, no lo considero ni bueno ni malo, simplemente como una realidad y algo que realmente no mucha gente se da cuenta, o sí se dan cuenta, pero no quieren reconocerlo y es algo muy inevitable.

Independientemente de la publicidad, la televisión, la política, religión etc. Que son organizaciones que nos comen el coco de manera inconcebible voy a referirme esta vez a un ejemplo afín a nuestra sociedad más próxima.

Cuando somos pequeños y vamos a la escuela, en la clase, hay niños con diferentes carácteres:

-El tímido (yo pertenecía a este grupo, desgraciadamente): no se atreven nunca a preguntar las dudas que tienen en clase, no se relacionan de forma sencilla, tienen pocos amigos, y si tiene alguno, solo habla con éste. Los demás piensan que son tontos porque no hablan, pero siempre observan y se dan cuenta de cosas que otros no son capaces de percibir.

-El sabelotodo: siempre está levantando la mano, saca buenísimas notas y no suele caerle muy bien a los demás porque resulta muy cansino y suelen estar un tanto desplazados porque el mismo lo prefiere así.

-El travieso: siempre anda haciendo trastadas, no se está quieto en su sitio, pero realmente no son malos niños, simplemente que quieren llamar la atención de algún modo.

-El abusón: como su propio nombre indica abusa de los demás compañeros, mediante amenazas y de vez en cuando algún que otro tortazo para que éstos hagan las cosas por él.

-El líder manipulador: todos lo admiran porque es el más valiente, el más simpático, el más inteligente de la clase y si alguno no piensa como él, lo desplaza de su grupo de inmediato.

-Los manipulables: todos los que le comen el culo al líder e intentan ser igual que él pero la pifian siempre, en mi opinión son los más patéticos.

Pero esto también se aplica a la forma de ser de los adultos no tan encarecida y extremamente pero no se aleja mucho desde luego.

Lo que más detesto es a la gente manipuladora y calculadora pero incluso detesto más a la gente que se deja manipular, yo obviamente no me he librado de que alguien alguna vez me haya manipulado, pero siempre tarde o temprano he abierto los ojos , o me los han abierto ( cosa que siempre agradezco).

Poco a poco me voy dejando manipular menos porque por suerte o por desgracia ya me queda poca gente de la que pueda fiarme, siempre resulta que los buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos, que los tontos no son tan tontos y que los listos no son tan listos, que los duros no son tan duros y los sensibles no son tan sensibles y así podría llevarme todo el rato, pero supongo que ya me habréis entendido lo que quiero decir. El caso es que nadie es verdaderamente como él se pinta o quiere aparentar, en resumidas cuentas: un hipócrita.

He decidido que voy a juzgar a alguien por mí misma y no porque alguien me diga cómo es ese alguien ,porque , no todo el mundo puede caer bien a todo el mundo , y siempre conocerás a gente que te caiga bien o te caiga mal pero no porque alguien te lo diga y tú como un idiota, te fíes, porque realmente tú no sabes qué intenciones tiene esa persona , no sabes si te está advirtiendo o te está llevando a su terreno porque verdaderamente a él o a ella le conviene . Siempre hay gente buena que te puede aconsejar que no te conviene ese alguien a tu lado, pero no te obliga a que te caiga mal, solo te advierte, pero hay algo muy característico de ésta persona que intenta manipularte: la forma en la que te agasaja gratuitamente, y luego te empieza a meter en la cabeza ideas y actos pasmosos que ha realizado la persona de la cual está intentando que te caiga mal y que te hacen abrir la boca del asombro de lo realmente graves que te parecen.

Pero si realmente tú no sabes cómo es ese alguien, ¿para qué coño te fías?, por favor, ¡conoce primero por ti mismo!

Resulta que esa gente que son manipulables no lo parecen, de hecho parecen inteligentísimos y tú hablas con ellos y piensas: a este no le come el coco ni Dios, pero no, no, no y no, estás muy jodidamente equivocado.

Tarde o temprano estos manipuladores caen por su propio peso, vas viendo cómo actúan, vas atando cabos, te vas dando cuenta y tienes la esperanza de que aquellos que ahora están en sus redes, también se den cuenta de una putísima vez.


1 comentario:

  1. Yo también añadiría que existe tanto la manipulación como la creencia de estar siendo manipulado, que a eso se le llama paranoia. Es tanto o más importante. Y si lo miras desde cierto prisma, el que aconseja de quien o quien no te manipula también intenta manipularte si intenta convencer mediante acusaciones a otras personas y no con el análisis objetivo del argumento, que por supuesto no es para nada válido. Y aun intentando demostrar que argumento o no es manipulador, es fácil caer en la tergiversación, la interpretación propia o el sofisma barato, tan solo por el hecho de sentir el regocijo de tener la razón.

    A veces también sucede algo tan simple como el hecho de creernos más listos de lo que somos y creer saber donde hay o donde no hay una manipulación.

    Yo tengo claro que los manipuladores aparte de como se expresan, siempre tienden a tener cierta actitud concreta con la que poder sacar el máximo provecho, como por ejemplo, el hacer sentir compasión (el ir dando pena vamos), el parecer empático con alguien cuando no lo es (si, el absurdo mimetismo de las personalidades camaleónicasdel que va dando la razón a todo para aprovecharse e ir ganando confianza), el abuso del carisma(si, el que se aprovecha de los que sienten admiración por uno, lameculismo), el (mal)uso de la confianza (a veces no hay suficiente vida para terminar de conocer a alguien y te apulañan la espalda dejandotela como un colador), etc.

    Solo estoy en desacuerdo en una cosa, en distinguir a los manipulables como grupo al margen. Yo creo que todos siempre podemos ser manipulados y es algo que afecta a todos en general.

    Buena entrada y me alegro de que tomes la decisión de juzgar por ti misma, me ha gustado mucho. Estupendástico :D

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