Canicas

Ante la imposibilidad de hablar contigo, tendré que contemplar mis redonditas y brillantes canicas, que rebotan una a una en el centro de mi mente y se dispersan poco a poco hacia lugares desconocidos llenos de colores, llenos de simpleza pero a la vez complejidad, tengo miedo a perderlas, siempre se me pierden las más bonitas y las más significativas.

A veces cuando las miro siento que parecen tan frágiles, pero las choco contra el suelo y no se rompen y eso me hace sentirme bien, y el sonido que proyectan es tan sublime si te paras a escuchar, ya que si no lo escuchas te resultará molesto, quizás tú seas una de mis apreciadas canicas , a la cual más cuido y venero a la que admiro y no me gusta la idea de dejarla rebotar por si se pierde , te muestras fría como el hielo , te muestras de un color indescriptible a la vez que precioso , eres tan indescriptible , eres tan bonita, que te guardo en una cajita llamada corazón que se aloja en mi pecho. Yo nunca juego con mis canicas, las contemplo y las cuido, de vez en cuando dejo que se paseen y reboten por el espacio existente, pero nada más , nunca se me dieron bien los juegos, el miedo siempre me corrompe todas mi ilusiones ante mis canicas, que me observan inertes, sí , sé que me observan, reflejan mis sentimientos en su duro material, ellas quizás dibujen mi transitoria tristeza o mi transitoria alegría, ellas distorsionan mis lagrimas y mis sonrisas, pero las veo tan espectaculares que quisiera tener todas las del universo, sueño que las tengo todas, pero medito y sé que no necesito más teniendo la canica más bonita del mundo, me basta y ¡vive en mi corazón! , botan y rebotan canicas de colores en mi aletargado corazón.